La gripe A 2009,
La gripe A 2010,
El dengue y...
Los innumerables desastres naturales ocurridos desde que Don Rossi volvió a trabajar para hacerse unos manguitos.
Pero esto es sólo una muestra del vendaval ocurrido en todos estos meses. Disculpas por no haber seguido el blog, pero dá laburo. Trataremos de hacer algo al respecto, mientras tanto, a mejorar el promedio! A ver cuando pasamos de 0,40 viejo! No levantamos más!
Yo propongo un mitín para tratar este asunto de nuestra eficacia en el nivel de caramboleo. Pero para tal fin, debe estar, por supuesto, el más grande:
El gesto adusto, la mirada severa y el dedo tieso de Don Ricardo, manifestando otro de sus axiomas (Rios Seoane 8:40 versículo 79 quinielus dixit), ante un respetuoso y atento basko, tras una opípara cena en la que participaron: a) gambas al AJILLO; b) callos de vieyras al AJILLO; c) ensalada de radicheta y AJO; d) abadejo a la vasca (es decir: con un "poquito" de AJO). Motivo por el cual, quien suscribe, arrinconado entre un gallego y un vasco, optó por salir a ventilar un poco. Eso sí, confieso que a mí también me gusta el ajo.
Pero de todas maneras, y pese a que el desempeño deportivo no será el mejor, quiero ver a los del Círculo, los del Ciclis, los del Unión, a ver si se bancan las veladas gastronómicas que supimos conseguir nos, los representantes del pueblo de los 36 billares. Y lo que es más, somos a prueba de balas.
Por esta razón, hemos tomado la noble decisión de formar una secta, liderada por Chochi Berardi quien provisto del singular atuendo que nos caracteriza, pronunció la encíclica de la noche:
Muchas veces, la información es retaceada y ocultada, dicen los políticos. Yo digo que escuchen a Chochi si quieren ver la luz. Y sino me creen, observen el éxtasis de Peter luego del sermón del maestro:
El éxtasis, empero, desapareció de inmediato tras la cuenta del restaurant, en la que la suma per cápita casi alcanza las tres cifras. Tal fue el enojo de nuestro querido Peter, que se fue mascullando en dirección a Avenida La Plata, sin enterarse que unos trastornaditos pasaron a los tiros por allí.
Sí, estos productitos de la era post-menemista que pululan cada vez más por la ciudad, pasaron a los tiros en contramano por México y casi más tenemos que escribir una necrológica. Por suerte estaba Víctor para protegernos.
Sin embargo, y veinte segundos después de la balacera, el martillero, con justificada preocupación, me espetó, parado en medio de la acera:
"ESCUCHAME ESTÚPIDO, ADÓNDE NOS TRAJISTE? PAGAMOS 90 PESOS POR CUATRO FIDEOS, CASI NOS MATAN Y ENCIMA NI SIQUIERA HABÍA CAFE!"
Debo admitir que esta vez, tiene razón. La próxima mejor vamos a lo del Gato.
Hasta la próxima!
